Love story or masterpiece
El matrimonio no es solo una historia de amor, es una obra maestra.
A todos nos encantan las historias de amor. Yo en particular he sido muy aficionada a las novelas, me encantan, las disfruto mucho. Hasta el punto en que en algún momento pensé que la vida era una novela.
Más adelante en la vida, pude darme cuenta que la vida no es una novela, el matrimonio no es ese “love story” que estamos acostumbrados a ver en las películas o novelas románticas.
Cuando nos casamos esperando esa “love story” sufrimos de muchas desilusiones. Te preguntas ¿porqué? Sencillamente porque entonces, nuestra relación de pareja estará sujeta a un sin fin de expectativas. Si nos casamos con una historia ya escrita, estaremos esperando que nuestra pareja siga el guión que tenemos escrito, que las cosas pasen como lo tenemos planeado y; cada vez que esto no suceda, la desilusión y el desencanto estará presente.
El matrimonio es, por mucho, mejor que una novela romántica. ¿Por qué? Porque en las novelas, hay un guión que cada uno de los actores o artistas debe seguir, porque hay una secuencia predeterminada, porque hay un final que ya conocemos y que estamos esperando mientras la leemos, escuchamos o vemos; porque están llenas de intrigas e incomprensiones, porque los momentos de felicidad son menos que los de sufrimiento. Hay expectativas del lector y expectativas de los escritores y creadores de la novela.
Para mi, el matrimonio es algo mucho mejor. El matrimonio es la puerta a un sin fin de posibilidades, y depende de nosotros descubrirlas, utilizarlas y aprovecharlas para ser felices. Para mi, cuando nos casamos decidimos iniciar una obra de arte.
Imagínense un lienzo en blanco o una escultura que nunca se termina. Cada día uno de los dos coloca una pincelada más, moldea y colorea. Eso, para mi, es el matrimonio. O un rompecabezas al que cada día puedes agregar piezas. A veces uno de los dos pasa largas horas tratando de colocar una pieza y no encuentra nada; pero el otro, llega con otra mentalidad y coloca no una, sino dos o tres piezas faltantes. Pero esta obra de arte, esta pieza maestra, este rompecabezas es para toda la vida. No sabemos cual es el final, cómo se verá terminado, pero luchamos todos los días por agregarle algo más, por ponerle color, matiz, moldeado, porque valga la pena, porque nos represente. Despertamos cada día esperando que nos sorprenda. El matrimonio está lleno de sorpresas, de momentos, de subidas y bajadas, de equivocaciones, de encanto…
¿Qué necesitamos tener como individuos? no esperar nada, estar conscientes y presentes, estar seguros de nosotros mismos, contar con inteligencia emocional, estar atentos, saber escuchar, saber retirarse cuando las piezas no cazan para meditar y estar listos para entrar de nuevo. Conocernos a nosotros mismos y conocer a nuestra pareja lo suficiente para poder entender lo que ni ella misma entiende. Debemos cada uno tener una vida llena de logros y de satisfacciones, para de esta forma poder aportar creatividad, imaginación y amor a nuestra obra maestra.
Felicidades en esta obra maestra que hoy comienzan.
By: Dunia Dubón de Morales
